La antena principal de estas ondas es nuestro
ADN, literalmente, la doble hélice presente en
todos nosotros es el receptor que capta de
forma natural todo lo que nos rodea.
Estas
Estas
ondas de conciencia y energía son captadas en
un primer nivel y reducidas en frecuencia, de
una muy genérica y “etérica” a una más baja y
que empieza a ser más cercana a la frecuencia
de vibración del nivel físico en el que
existimos. Como funciona lo veremos en breve
en conjunto con el resto de partes del sistema
energético que vamos a ver ahora.
El papel de los chakras
¿Qué ocurre con esa energía genérica que vibra al concepto global
de abundancia, por
ejemplo, y que hemos captado con nuestro ADN y reducido
ligeramente en frecuencia? Esa
energía, una vez dentro de nuestro sistema energético, pasa, según
su nivel y características, a
ser transmutada y trabajada por su chakra correspondiente.
¿Qué es exactamente un chakra? Los chakras son puntos de energía,
vórtices, lugares en el
sistema energético de nuestro cuerpo en los cuales confluyen una
serie importante de canales
a través de los cuales se distribuye la fuerza vital de nuestro
ser. Estos centros se visualizan en
forma de remolinos y son los responsables del campo
electromagnético que rodea el cuerpo
físico y que está compuesto por capas sucesivas de energía que
vibran a frecuencias cada vez
más elevadas. Cada uno de estos chakras está relacionado con una
de las capas del aura, como veremos más adelante, teniendo cada una de estas una
representación de los 7 chakras en símisma.
Cada uno de los chakras, excepto el primero y el
séptimo, tiene una parte frontal y una parte posterior y
todos ellos están unidos por un canal energético que
corre a lo largo de toda la espina dorsal por el cual se
comunican y se traspasa la energía vital de un punto al
otro.
Cada chakra se asocia a un tipo de función y lleva
asociada unas cualidades específicas ¿Por qué decimos
que un chakra está asignado al amor, a la comunicación,
a la fuerza de voluntad, u a otro tipo de energía? Porque
cada uno de ellos vibra a una frecuencia determinada,
relacionada con esa energía global presente en nuestro
mundo, por todas partes, y esa frecuencia se asimila a
varias cosas, de ahí las correspondencias que vemos en todos los
libros y webs que nos hablan de ello. Así, el chakra del corazón es el encargado de transmutar
las energías del amor, elprimer chakra es el encargado de transmutar las energías de la
abundancia, el segundo trabajacon las energías de la sexualidad o la creatividad, etc.
Cuando los chakras están funcionando bien, se comportan como
“remolinos”, es decir, están
girando y haciendo mover el tipo de energía al cual están
asociados en perfecta armonía por
todo nuestro cuerpo. Cuando algún chakra está parcialmente
cerrado, “giran” a menor
velocidad, o están parcialmente bloqueados, que es lo mismo que
decir que la energía
asociada a ellos no fluye por nuestro sistema físico, energético y
los cuerpos sutiles. Los
bloqueos de los chakras están asociados cada uno a su propia
función, siendo evidente que por
ejemplo, la represión de los sentimientos es un bloqueo
principalmente en el chakra del
corazón, los problemas de comunicación son bloqueos en el chakra de
la garganta, problemas
sexuales son bloqueos en el segundo chakra, etc.
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En una persona, cuando el funcionamiento de los chakras es normal,
cada uno de ellos estará
abierto, girando en el sentido de las manecillas del reloj para
metabolizar las energías
particulares que necesita del campo de energía universal (energía
que también se llama Chi o
prana, y de las energías globales que nuestro ADN sintoniza).
Cuando el chakra gira en sentido contrario a las agujas del reloj,
la corriente fluye del centro
hacia fuera, con lo que interfiere el metabolismo y estas energías
no se procesan, aquí es
cuando se dice que el chakra está cerrado o bloqueado a las
energías que le llegan.
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Funciones de cada chakra y áreas de manifestación
En el proceso de manifestación, los chakras son el segundo paso
por el cual transmutamos
esas energías genéricas que han sido sintonizadas por nuestro
cuerpo, a través de nuestro
ADN, para reducirlas aún más en frecuencia, siendo cada chakra
encargado de un tipo de
“energía genérica” en concreto:
El primer chakra es el encargado
de transmutar todo lo relacionado con la abundancia, los
deseos materiales, la carrera profesional. También las sensaciones
de seguridad, de
pertenencia a la sociedad en la que habitamos, nuestro entorno,
etc.
El segundo chakra es el centro del
poder personal, la creatividad, la sexualidad y también
energías asociadas a las finanzas y a la abundancia material,
aunque en menor grado que el
primer chakra.
El tercer chakra nos ayuda a
desarrollar nuestra estima personal y nuestra personalidad.
Transmuta los conceptos de placer y extroversión, sabiduría
espiritual y conciencia de la
universalidad de la vida, así como el poder y la voluntad.
El cuarto chakra es el centro de
poder del sistema energético del cuerpo. Este es el chakra del
equilibrio entre los chakras llamados superiores y los inferiores,
por lo que su energía es el
puente entre ambos y en él se reúne lo material con lo espiritual.
Transmuta las energías
asociadas al amor, las relaciones, la pareja, la interacción con
otras personas a nivel de
sentimientos.
El quinto chakra es el responsable
de la transmutación de las energías de la comunicación, la
expresión, la palabra, la comprensión y el entendimiento. También
es un chakra responsable
de energías creativas, en conjunción con el segundo, aunque este
último más influenciado por
los sentimientos y emociones, y el quinto más sobre conceptos e
ideas.
El Sexto Chakra rige la claridad
mental y espiritual. Es el chakra de la intuición el que desarrolla
la clarividencia. Transmuta las energías más sutiles de compresión
de planos y conceptos más
elevados, así como la capacidad de llevar las cosas a la práctica.
El séptimo chakra es nuestra
conexión con lo divino, nuestra espiritualidad, nos proporciona la
capacidad de conectarnos con energías más sutiles y universales.
También rige la habilidad
para manifestar lo que deseamos a niveles más genéricos, el poder
mover y trabajar con
energías. Transmutas las energías de unidad con el resto de la
creación y el sentirnos parte de
ese “todo”.
Así, lo que vemos es que esas energías globales y universales que
captamos a través del ADN
serán transmutadas por el chakra que corresponda, que si está en
buen funcionamiento, será
el encargado de reducir aún más su frecuencia y vibración, cada
vez convirtiéndola en energías
más “físicas” y preparándolas para ser “emitidas” en el inicio del
proceso de atracción.
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Correspondencias entre chakras y órganos del cuerpo