La
mente es inquieta, turbulenta y obstinada y muy fuerte, y someterla es
más difícil que controlar al viento. Esto opina muchos libros místicos.
Para
aquel que ha conquistado a la mente, ésta es la mejor de los amigos,
para aquel que no lo ha hecho, la mente permanecerá como su peor
enemigo. Tu trabajo en esta encarnación será la de conquistar tu mente,
pasarla de enemiga a amiga fiel y consejera, y por supuesto acatar tus órdenes. Mientras la mente siga como enemiga inconquistable, te verás abocada a seguir los dictados de la lujuria, la ira, la avaricia, la ilusión etc… Aquel que ha conquistado a la mente, ya ha llegado a la Superalma, es porque ha conseguido la tranquilidad, blanco-negro, frío-calor, amor-desamor todo es lo mismo. La Misticidad, consiste en estar libre de deseos y de sentimientos de posesión.
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