¿Alguna vez os habéis preguntado cómo sería la vida sin la codicia, el orgullo y el poder del dinero? Siempre me he preguntado ¿Cómo sería este mundo si hubiéramos invertido nuestro poder creativo en otras cosas?
Todos los cambios y avances, todas las ideas e innovaciones, todas las mejoras y calidades de vida, se han desarrollado en base a que los pensadores hacían un servicio a ellos mismos, luego estas mejorías están fundamentadas en el afán de logro, éxito y dinero. Pero, ¿y si todos estos pensadores hubieran desarrollado su creatividad pensando en un bien colectivo?
Tengamos en cuenta ahora que pasamos el día pensando en nuestro propio servicio, ya a un nivel más terrenal y personal, en nuestro día a día. ¿Podríamos comenzar a pensar en como hacer un servicio por nuestro bien colectivo? Realmente no es tan fácil, haz la prueba y pon en marcha un plan de pensamientos por el bien de los que tienes más cerca. Un ejemplo: ¿Qué puedo hacer hoy por hacer feliz a mi madre, marido, esposa, hermanos? O mucho mejor ¿Qué puedo hacer hoy por ser feliz yo?
Uy! ¿Te has encontrado con un bloqueo mental? Cierto, acabas de darte cuenta de que este tipo de pensamientos no son muy habituales en tu vida, efectivamente requieren de sacrificio y voluntad. Pero CUIDADO con creer que es necesario abandonarse uno mismo para pensar en los demás, y nada más lejos del acierto. Se trata de abandonar los pensamientos negativos, destructores y egoístas.
Y es que es casi imposible imaginar cómo sería este planeta si hubiéramos concentrado nuestras capacidades en generar la igualdad y bienestar , pero me encantaría verlo por un agujerillo.
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